En UNIDAD trabajemos para recuperar el aparato productivo en Venezuela
MSc. Carlos E. Pernía C
Secretario Agrario Nacional
Los venezolanos ya no aguantamos la crítica situación que ha fomentado el régimen socialista, comunista, dictatorial, que ha dirigido al país a lo largo de las dos últimas décadas. Ni siquiera el mismo gobierno puede ya controlar la crisis económica, política y social que ha puesto a tambalear todos los sectores que hacen productiva a una nación.
En los últimos años, el régimen
ha terminado con lo poco que quedaba de uno de los principales aparatos
productivos de Venezuela, como lo es el rural, agrícola y pecuario.
Los campesinos, pequeños y
medianos productores no pueden seguir labrando las tierras de sus unidades de producción
debido a la falta de insumos, semillas, fertilizantes, entre otros, y ahora se
le suma la grave situación de escasez del combustible, hidrocarburo necesario tanto
para la maquinaria agrícola como para los vehículos empleados en el transporte
de sus cosechas a las principales ciudades del país. Y quienes logran producir
medianamente lo deben hacer a elevadísimos costos, pues los insumos se
comercializan en pesos o dólares, por lo que algunos terminan trabajando a
pérdida prácticamente.
El problema del combustible, tan
común en estos días, no se debe al bloqueo del que tanto hablan los defensores
del régimen, sino a la falta de buenas políticas, inversión nacional y
garantías suficientes para inversionistas (nacionales y extranjeros), que
quieran contribuir con la recuperación del aparato productivo del país.
Si Venezuela estuviese
bloqueada como reiteradamente lo expresa el vocero principal del régimen, no
existieran vehículos de alta gama y bodegones con productos importados como los
que hoy día se ven en las principales ciudades del territorio nacional.
Los campesinos, productores
agrícolas y pecuarios, sean pequeños, medianos o grandes, ya no pueden seguir
produciendo hortalizas, carnes ni lácteos para cubrir la demanda de las
familias venezolanas que habitan en las grandes ciudades. Esta es la realidad,
además muy preocupante.
El Movimiento Agrario de Acción
Democrática sigue apostando a una Venezuela libre, donde volvamos a vivir mejor,
en paz y democracia, donde hayan garantías jurídicas así como también políticas
de desarrollo rural que aseguren una mejor calidad de vida para la sociedad
venezolana. Hacia allá va el trabajo que en unidad, con todos los sectores,
desarrollaremos. Pan, Tierra y Trabajo.
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