¿Y el combustible para los productores agrícolas y pecuarios de los Andes venezolanos?
Por: MSc. Carlos Pernía
Dirigente Agrario FECAVE

Quienes labran la tierra,
deberían gozar del privilegio de poder “tanquear” sus unidades sin mayores
inconvenientes, pero se consiguen con las limitaciones del desabastecimiento en
la mayoría de las estaciones de servicio, donde solo se les está surtiendo a
los taxis, mototaxis y vehículos por puesto, muchos de estos últimos que ya ni
siquiera prestan el servicio público pero por estar sus dueños afiliados en las
diferentes líneas de transporte público, se aprovechan del subsidio y se
abastecen todos los días, ocasionando largas colas que dejan a los
agroproductores en lista de espera, sin poder abastecer sus vehículos para así
seguir produciendo y garantizando a la población venezolana la seguridad
alimentaria de la que tanto se jacta el Gobierno nacional, la cual hoy día,
cuando se viven tiempos tan difíciles, requiere contar con una producción
suficiente para alimentar al pueblo venezolano.
La incompetencia del Gobierno
nacional ha quedado de manifiesto ante la imposibilidad de poner en marcha las
refinerías que se encuentran paralizadas y deterioradas por falta de inversión,
para al menos garantizar el combustible necesario al sector agroalimentario del
país.
Es público y notorio que el
combustible procedente de Irán no ha llegado a las estaciones de servicio de
los estados andinos, debido a que no han podido bombear el hidrocarburo a la
planta de llenado del kilómetro 15 en El Vigía, estado Mérida, y solo podrá ser
transportado en cisternas desde Bajo Grande, estado Zulia, a cada una de las
bombas seleccionadas en Mérida.
El combustible que han suministrado
a los conductores de Mérida desde el pasado primero de junio, es el que ya existía en las estaciones de servicio y que
no había sido despachado antes esperando el anuncio en cadena nacional que
haría el gobernante de Venezuela -transmisión que realiza con frecuencia y en
la cual acostumbra a hacer proselitismo político- para que el pueblo crea que
están cumpliendo con un servicio necesario en un sector que mueve gran parte de
la economía del país.
Es inaudito que en un país tan
rico en petróleo como Venezuela y con la infraestructura (refinerías) necesaria
para tal fin, este gobierno importe el combustible a precios fijados por la
OPEP y sea vendido a los venezolanos a precios más altos de los establecidos en
los países de la región.
Si esto que hoy vemos y
vivimos hubiera ocurrido durante un gobierno democrático, seguramente el pueblo
habría salido a manifestar, tal y como sucedió en el famoso “Caracazo”. Pero
está muy claro que en esa oportunidad los manifestantes son quienes hoy ocupan el gobierno y están apoyados por
las FANB.
Por todas estas razones es que
hoy, más que nunca, los venezolanos debemos seguir unidos hasta lograr una
Venezuela libre, donde haya garantías de inversión, progreso, paz, libertad y
amor en la sociedad que tanto anhelamos
los venezolanos.
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